Habilidades sociales

Una conocida me pregunta que qué tal estoy. Es una pregunta sin ganas de saber la verdad, es más bien algo automático, un deber social. Sale como un resorte e invita a hablar de cualquier cosa menos de lo que la pregunta entraña. No contesto enseguida, he decidido tomarme en serio su fingida preocupación. Me doy unos segundos y respondo: bien, la verdad es que bastante bien teniendo en cuenta que no estoy en mi época más efervescente. Silencio. Interpreto el silencio como ansias de saber, curiosidad ante ese vocablo tan bien encontrado: “efervescente”. Si, verás, le explico: me siento como una enorme olla repleta de agua con verduras flotando en su interior, pero el fuego está apagado ¿sabes?. Silencio. Es como si tuviera mil cosas en la cabeza, eso son las verduras, aclaro. Pero nada acaba de tomar forma, de salir a la superficie y convertirse en energía útil. Silencio. Hace falta encender el fogón para que el agua comience a hervir y a hervir para que, al final, saques un plato cocinado, no muy elaborado, vale, no son más que verduras hervidas, pero es algo hecho y acabado. Silencio. Miro al infinito mientras concluyo: ahora no soy más que cientos de ideas flotando en un líquido frío y sin nervio. La conocida me mira, pero en realidad no me mira. Lleva un rato como ausente, lo he notado. Me callo y la reto al silencio, esperando a que me de la réplica. Yo es que las hago al vapor ¿sabes?, me dice. Ya, claro. Bajo la cabeza y me fijo en mis abarcas, algo viejas, debería comprarme otras nuevas. Y entonces se me ocurre preguntar ¿y tú qué tal?. Yo bien gracias, contesta. Por primer vez se la ve relajada, con una sonrisa de oreja a oreja, como si hubiéramos encarrilado el tren de las conductas sociales y al fin supiera interpretar los códigos. Vuelve a moverse en un terreno conocido, cómodo, y me alegro por ella. Bueno, pues adiós, que vaya todo bien (abstracto). Adiós guapa, ¡hasta otra! (inconcreto).

11 comentarios:

  1. !Qué bueno!, si es que a veces, más de uno/a dialoga como besigo/a... o cómo dice mi hija mayor: es que el español por la mañana temprano es dificil (jajajaja), pero sí, tienes razón, en esto de las conductas sociales, importa siempre más la forma que el fondo: siempre.

    Mil besitos gordotes

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  2. Gracias apm! Me he reído mucho con eso de "el español por la mañana temprano es difícil". GENIAL.
    A todos, en general, nos cuesta ser sinceros. Estamos empeñados en vender éxito, en enseñar sólo lo bueno. Nos cuesta compartir las miserias, mostrarnos débiles, humanos. Al final da la sensación de que convives con superhéroes y te entra un complejo del 15. Yo soy un arriba y un abajo, qué se le va hacer...
    Sería sanísimo mostrar un poquito más. Descubriríamos que estamos menos solos de lo que pensamos.

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  3. !Por fin!

    De verdad, yo sí que echaba de menos tus escritos y reflexiones. Dejaste una especie de despedida con la "carta de una muerta" pero como el alejamiento ha sido tan largo yu me había olvidado de que la despedida era un anuncio y no puramente literatura. En fin, tamibén he vivido algo parecido y ahora celebro de veras que vuelvas. Y lo haces para dar en el clavo. Me identifico totalmente con lo que explicas. Quien te pregunta forzado (¿forzado por qué?) pero que huye despavorido o pone cara de póker cuando humilde y sinceramenete respondes, sí, tengo problemas, y ya que me preguntas te voy a hacer un breve resumen...

    Además tocas un tema que es un filón y me viene a la memoria algunas intervenciones de Sergi Pàmies o Quim Monzó con el mismmo personaje y que nunca se gasta: ¿Com et trobes?, ¿Com et va la vida?. Un ejemplo, el conocido (o la conocida) pero con pregunta es retórica:

    -¿Qué cómo va la vida? -antes de que puedas tomar aire y responder insiste-, ¿Bien no? -y el que respira es él o ella.

    Otro ejemplo, el que se proyecta/la que se proyecta:

    - Tú sí que vives bien/tú sí que tienes suerte/No sé de qué te quejas...

    En fin, que tal vez en vez de "habilidades" sería su título "debilidades" :D

    Besos y que de verdad que se disipen las nubes negras
    Manel

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  4. Que bien que vuelvas a postear. Estas entradas son energía útil en mañanas o tardes de aburrimiento en el despacho.

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  5. Gracias Anónimo, me encanta tenerte por aquí, pásate cuando quieras.

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  6. Gracias Manel. Por suerte se acerca un anticiclón que promete quedarse un tiempo. Estoy a puntito de cambiar el título del post;-)

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  7. Tu interlocutora real o imaginaria debió flipar. No tanto porque le expliques tus penas (relativas), sino porque lo haces con una metáfora muy certera.

    En todo caso ella replica de miedo: "Yo es que las hago al vapor". Juega a tu juego, te gana y te mete en vereda para que volváis a la convención :-))))

    Personalmente me defino tirando a convencional, pero también flexible. Creo que el secreto es seguir las reglas pero no demasiado...

    Felicitats

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  8. Empeñados en ser lo que decimos que somos... En vez de aceptar el ser como eres... Y se va pasando el tiempo.

    Un saludo.
    Max.

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  9. Hay tantas cosas que hacemos sin realmente importarnos....?educación?...no lo sé, pero sucede a cada segundo...Yo alguna vez he pensado en tirarles todas las verduras a la cabeza.....a ver si así se dan cuenta...que en ocasiones no necesito un ¿como estás? de alguien con quién ya no tengo nada que ver!...Un abrazo

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  10. Esos saludos para salir del paso
    debiéramos borrarlos,
    inventarnos otros
    mucho más verosímiles.

    Un abrazo

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