Entre nosotras.

Cuento historias apoyada en mi pared. Suelo descansar mi espalda sobre el gotelé y elevo mi barbilla al cielo. En este perfil me gustaría encender un cigarro, pero ya no fumo. Apoyo la planta de mi pie derecho en el muro y a veces cambio al izquierdo para ir alternando el peso de mi cuerpo. Pero entonces sucede que las historias se vuelven un poco más turbias y empiezo a tocar diferentes puertas. Las abro una a una, lentamente y con mucho cuidado, sólo un poco, lo justo para mirar, no se vayan a escapar los monstruos.
Fue una pena que no quisieras seguir escuchando mis cuentos, tenían un buen argumento. Quizás hubieran disipado la nube en tu mirada, pero supongo que ya es tarde, que el tiempo nos ha puesto a todos en nuestro lugar y que hablar del pasado es tan ridículo como querer cazar gnomos. Ya tenemos más vida sin tenernos que teniéndonos, ¿no es absurdo?. Todo quedó muy lejos, muy difuminado, incluso a ratos parece poco importante.
Quién nos dijo que esto iba a ser para siempre, yo desde luego no lo creí nunca, notaba tu reto en la mirada. Es fácil vivir en el mundo si eres parte de algo, es difícil sobrevivir sola.
Y otra vez se vuelven a enredar mis historias en tu pelo rubio, largo y lacio. Y siento que hubo algo que quizás no sirvió para nada. Todos heredamos la culpa de nuestros padres, o quizás no, a veces existen miradas inteligentes. Y todo sigue como si nada, como si el próximo tren viniera con retraso, como si todo hubiera sido un sueño. Cada cual baila al son de sus razones y las mías siempre han sido muy poderosas. He vivido la vida de forma inconsciente y al mirar atrás descubro mucha lógica en mis pasos.
Qué más da si tenemos que olvidarnos, si ya no queda mucho más que decir. En este mundo hay mucha gente y nosotras sólo somos tres. Duele lo justo. Nadie se merece ser mejor que nadie, nadie lo es. Vivamos como si no nos hubiéramos conocido y ¡hasta la otra vida chica! que, estoy segura, volveremos a coincidir.

7 comentarios:

  1. Me ha encantado el texto.
    Me he dejado llevar y he sonreído un par de veces, de nostalgia, de melancolía, de coincidencia...
    Un beso.
    LADY JONES

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  2. Una entrada muy personal... Incluso, diría, intima.
    Durante su lectura surgen imágenes en el lector.
    Emana del texto melancolía, añoranza de un pasado, que como todos los pasados, paso.
    Un saludo

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  3. Gracias Lady!
    Max, no es bueno tener encerrados a los monstruos, yo los saco a pasear una vez por semana y a veces se plantan en el blog, así, sin avisar.
    BESO

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  4. María Hola, lo que mas me ha gustado es lo del gotelé, jo eso debe ser duro... pero con la mirada al cielo y el gotelé hincado en la espalda deben salirte unos relatos a lo Allan Poe.
    Perdona mi atrevimiento, es que te he visto y al leer de casualidad tu perfil, descubro un alma gemela... Es la primera vez en el blog que encuentro a mi Ignatius J. Really, pensaba que nadie pensaba en él... ah la casualidad y para colmo... me encuentro a mis cronopios y famas... pero chiquilla... amos a ver.

    Me he quedado como el que encuentra un tesoro... ahora que hago yo, si no me cabe tanto oro en el calcetín...

    Te quiero, besos.

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  5. Es muy sano sacar a pasear a los monstruos. Tú propia vida lo agradece.

    Un beso, linda!!

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  6. Un relato muy profesional, cuidado y delicado. Digno de una clase magistral tanto en el vocabulario y la adjetivación como por las figuras litearias empleadas.

    Me quedo con esto: "Es fácil vivir en el mundo si eres parte de algo, es difícil sobrevivir sola."

    El resultado es que sabes transmitir tu sentimiento en forma de empatía al lector. Así una mezcla de melancolía, decepción o reproche, con un final de esperanza que será distinto en función de la situación de cada uno de los lectores.

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  7. Grcais J, y que ¡viva el gotelé!....

    Si Jose, es terapéutico...

    Caray Manel!, un millón de gracias por el comentario.

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