Hablaba de experiencias concretas, como
cuando su padre volvía a casa apestando a alcohol con la mirada húmeda y
enrojecida. De las babas que cubrían su barbilla con una fina capa brillante igual
que el Aironfix de sus libros de texto. De la manera que se dejaba caer sobre
el sofá ocupándolo de punta a punta mientras desparramaba sobre la mesa los
ansiolíticos que se iba encontrando por los bolsillos. Entonces acomodaba los
cojines, acercaba la mesa para tener a mano las pastillas y el cenicero, cariño
tráeme agua, y se iba tragando los Orfidales de dos en dos. Por último, se
encendía un cigarro, le daba dos fuertes caladas y lo abandonaba en el cenicero
mientras caía en un sueño comatoso y un hilo de humo ascendía silencioso sorteando
la gravedad. Lo que más le entristecía era ver como ese cigarro se consumía poco a poco hasta quedarse sin cuerpo y caía sobre la mesa,
quemando la madera lentamente hasta teñirla de negro y morir. Tenía verdadera fijación por todas las quemaduras de ese tipo que
adornaban la mesa del salón, el Silestone de la cocina, el mármol del cuarto de
baño. Un día contaré todas esas quemaduras por curiosidad, decía.
-Una pregunta, Luisa.
-¿Qué?.
-¿Por qué no le abandonaste?.
-Nunca fue una opción. Lo quería, era
mi padre y todavía no le había matado a lo Sigmund Freud.
Me esperaba una respuesta más
imprecisa, no tan sangrante, así que no dije nada más y volví la atención al
apartado de noticias internacionales de mi periódico y ella hizo lo mismo con
su libro, eran relatos de Hemingway.
Que triste. Me pregunto si, en caso de ser la pareja, y no el padre, lo abandonaría. Y creo que no. Me parece que hay dos tipos de mujeres, las que abandonan y las que no.
ResponderEliminarPersonalmente creo que se debe luchar SIEMPRE por la persona a la que amas. Me atrevo a opinar que en los casos de alcoholismo, la persona "codependiente" llega a un punto de agotamiento y anulación tal, que tiene que decidir entre su vida o la del otro. Y es ahí es cuando uno ha de luchar por sí mismo. Sin duda.
ResponderEliminarMe gustan tus relatos, Lady.
ResponderEliminarUn beso.
hay que luchar aunque a veces rendirse a la evidencia es el unico camino
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ResponderEliminarGracias mil LADY. PLEBEYO SIR, totalmente de acuerdo.
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